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Mapa Editorial Alpina. Escala 1/25.000
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Primera parte de
suave y agradable paseo, hasta el Descargador; solo tener en cuenta saltar de
faja antes de los llanos de Millaris, para evitar bajar y luego tener que
subir.
El terreno se vuelve
más áspero y agreste tras el Descargador, abrupto en el entorno de la Gruta
Casteret, y tremendamente incómodo en el resto hasta la Brecha Rolando: hay
que atravesar, en constante sube y baja pétreo, el valle que desciende del
collado de los Sarrios.
Tras la Brecha, solo
nos resta bajar a Sarradets, al puerto de Bujaruelo (pasando, de nuevo, la
cascada que baja del Taillón), y al refugio homónimo.
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Salida: Refugio
de Góriz. 2.200 m.
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1. Cuello de
Millaris. 2.400 m. 1h 30´
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2. Collado del
Descargador. 2.600 m. 2h 00´.
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3. Gruta Casteret.
2.700 m. 2h 45´
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4. Brecha Rolando.
2.587 m. 4h 40´
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5. Puerto de
Bujaruelo. 2.257 m. 6h 30´
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Llegada: Refugio de Bujaruelo. 1.388 m. 7h 45´
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El camino
desde el refugio de Goriz a la Brecha de Rolando es muy sencillo y resulta
atractivo para el último día de travesía. Se salvan pocos desniveles, y siempre
de forma cómoda.
Salimos del refugio en
dirección noroeste cruzando el barranco de Soaso y hacia el circo de Goriz en
sentido ascendente, con potentes repechos en los primeros 30´, hasta llegar al
punto de trepada. Luego ya se suaviza.
El camino
está bien marcado, no hay pérdida.
Vamos por debajo de una faja y cuando el camino se va a convertir en
descendente un hito nos indica que tenemos que subir a la faja Luenga, la pared
que tenemos a la derecha. Se trepa un poco, muy fácil y sin mucha caída, y por la faja nos ponemos dirección a los llanos
de Millaris.
Una vez arriba de la Faja, tuvimos la inmensa suerte de ver un tritón, navegando por su pequeño reino.
Se camina por la faja de forma suave y se atraviesan los Llanos de Millaris, hacia el collado homónimo.
Llegando al cuello de Millaris. Subida fácil final.
Una vez en lo alto del collado tomamos los hitos que nos mandan hacia la derecha por una faja muy cómoda, sin perder altura, hacia el Descargador. Ojo, que no hay que dirigirse al collado en sí, sino a un hombro que hay a la derecha.
Entre bloques de roca y ascenso por los mismos, bien señalizados, se llega a la gruta helada de Casteret, que
actualmente esta cerrada. La gruta fue descubierta por Norbert Casteret en junio
de 1926.
Aunque se puede obviar el paso por la gruta, su belleza la hace totalmente
recomendable, aunque para ello haya que afrontar algunos pasos delicados para
salir de la gruta, y terreno incómodo a partir de ahí.
 Hay que tirar hacia el Paso de los Sarrios, no al collado. El camino es, en este tramo, tortuoso, pedregoso, e incómodo.
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