Circular de 11 kms.
Tiempos en marcha:
-
Hoyo de la Matanza. 40´
-
Collado en punto sur. 1hora más
-
Subir y bajar el Tinajo, 1 h 30´.
-
Del punto sur a coches. 1h 15´.
Hitos:
El Cerro Tinajo es muy peculiar, con una gran rampa terminada en cumbre alisada en forma de
flecha o de boomerang, y
una hilera de
monolitos verticales
que ascienden por ella como haciendo procesión.
Cueva en su
lado oriental
Retablo pétreo.
Dolina del Hoyo de la Matanza.
Quejigo catalogado
Plano del IGN, repintado por el autor.
Pincha en el enlace para ver entrada completa.
Iniciamos el camino en el vértice norte de la Sierra de los Lajares, muy
cerca
de la
casa de
Patagalana,
adonde
llegaremos
siguiendo la
Cañada de las Diez
Pilas desde el puerto de Los Alamillos. Sorprenderá la elevación de
las montañas, abrupta y sin transición
desde una llanura
que, prolongándose
hacia el sur, conformará el Llano
del Republicano.
Tomaremos dirección este
bordeando toda la
sierra
y siguiendo el camino que discurre paralelo al arroyo de los
Álamos, hacia unos cortados verticales
de color anaranjado (“el Órgano”), adyacentes al destacado cerro del Torero.
El punto de referencia es un visible collado a la izquierda de la sierra de Los
Lajares.
Pasaremos el arroyo en una primera portilla para acceder a la
zona adehesada del cortijo del Cabrizal, donde el
camino empieza a ascender con suavidad.
Casi arriba del primer collado, con
el valle ya muy cerrado, encontraremos a la derecha
una
escalerilla metálica que nos permitirá salvar la alambrada y continuar ascendiendo hasta el pequeño puerto que pone a nuestros pies una hoya profunda.
Se trata de la dolina llamada Hoyo de la
Matanza.
Retomar la subida
hasta
un segundo puerto que descubre ante nosotros el hermoso llano de Zurraque,
moteado de quejigos de grandes proporciones.
Retomamos el camino con cuidado de seguir el contorno del cerro de
Zurraque. Para ello, caminaremos
paralelos a la valla de piedra que lo ciñe hacia el sur.Al fondo del valle, a la altura del
cortijo de Zurraque, buscaremos una cancela en la valla, bastante culta en la
foresta y la sombra. Tras pasarla y terminar de subir, al punto sur del
recorrido, veremos la
silueta inconfundible
del Dragón
de la Breña, y la sierra del Endrinal al fondo.
Cruzaremos
la
valla a la derecha, sin perder
el camino. Siguiendo por
dentro de su
trazado, enfilaremos
hacia la silueta del Cerro Tinajo, cruzando la valla de nuestra
izquierda en el punto más cercano a la cueva que se divisa en su ladera.
La rampa a 45º del Tinajo, cubierta de grietas.
Cruzamos allí mismo al otro lado y enfilamos la cueva a la vista.
Entramos en
ésta última y
seguimos bordeando para abordar el Tinajo por la parte izquierda de su rampa,
evitando la zona con mayores grietas.
Esta foto, del amigo Antonio, ilustra a la perfección el asunto de la pendiente y de las grietas.
Hacia el sur, las postrimerías del Llano del Repubicano.
Bajaremos por la parte este,
por la zona sobre la cueva, mejor opción para hacerlo, y regresamos al centro del valle de bajada.
Por
ese centro debemos seguir, hasta encontrar un rastro, que después se convierte
en clara senda, que nos guiará por el fuerte y largo descenso al llano.
Nada
más llegar, se nos ofrece una cancela y cruzar el arroyo de los Álamos, que
seguiremos hacia el norte. Al ver las ruinas del cortijo de Puerto Blanco se
nos ofrecen dos opciones:
·
La primera, que
tomamos, seguir por el borde del sembrado hasta encontrar una valla
perpendicular, que deberemos seguir hacia el oeste, para encontrar una cancela
a la altura de la cañada
real de los Bueyes de
Ronda,
que tomaremos en sentido norte,
y que nos llevará a la casa de Patagalana.
·
La otra,
desaparecida bajo el sembrado, dirigirnos a las ruinas del cortijo, y allí
encontrar la cañada que nos llevará a la cancela y la casa de Patagalana.
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