domingo, 2 de diciembre de 2018

PEÑÓN GRANDE DE GRAZALEMA Y CUEVA DE LAS DOS PUERTAS



Montamos este circular, partiendo y llegando al camping de Grazalema, para unir dos de los puntos fuertes de la sierra del Endrinal, pero de la forma más agreste posible, puesto que la conexión de ambos se hizo por el sendero de Grazalema a Villaluenga, tomado en el Llano del Endrinal, lo que obligaba a buscar una vía de acceso desde el puerto de Los Alamillos a la cresta SE-NO que da acceso a la Cueva.



Ambos lugares eran conocidos por algunos miembros del numeroso grupo que se decidió a venir.


Las fotos que siguen, a partir de aquí, son aportación de Jesús y Cristóbal.


El salvaje valle que sube al espolón del Peñon Grande desde el helipuerto.


 La mucha lluvia caída mantenía la vegetación de un verde exhuberante.

De las dos posibilidades, tomamos la "civilizada"; pequeño giro a la derecha, casi oeste, y llegamos.



 Llegamos a la cima previa al Peñón.











Ahora toca un rato de trasteo por las pedreras del cordal que lleva al Peñón Grande.






Ofrece vistas increíbles de la última cresta, y de todo lo que sucede alrededor.

Foto de Manu, de 2013.



 Bajamos hacia el Llano del Endrinal, por el fenómeno kárstico conocido como escalera de caracol.















El resto, hasta el puerto de los Alamillos, conocido. Seguir el sendero que gira por el este del Reloj, conocido y marcado como sendero de Grazalema a Villaluenga.





Al llegar al punto exacto del puerto, dónde el sendero llanea, hay que buscar a la izquierda una buena aproximación a la base de la pared que forman las caídas de la cresta de acceso a la cueva.


Entre las dos pequeñas cotas que se ven arriba, una canal vertical pero de buen acceso es el punto correcto para alcanzar la cresta sin excesivas dificultades.






Una vez en la cresta, seguirla hasta que, a la derecha, veamos los promontorios calizos que esconden la Cueva de las dos puertas.








Tras comer, y tomar un te, en este espléndido mirador sobre Grazlema y de la sierra del Pinar, volvemos a salir, por encima de las cotas que marcan, sentido NO el cordal que se dirige hacia el Peñón Grande.


Y desde ahí sólo resta bajar al punto de inicio, sin que esos cielos amenazantes llegaran a cumplir la amenaza.