Ferrata fácil, variada en su composición, y muy panorámica,
habida cuenta de lo mucho que asciende.El recorrido es de 1,5 kilómetros, resolviendo un desnivel de 110 mts. Se
necesita 1 hora en total, la mitad de dicho tiempo en la ferrata.
La ferrata comienza subiendo por la senda del castillo. En
una de las curvas, llegamos a la última casa del pueblo, que está en ruinas.
Ahí, por detrás de esa casa, empieza la ferrata en sí.
Hay que comenzar echando unas manos para llegar al comienzo del
cable.
En esta primera parte sólo hay cable de vida, los pies y
manos son naturales, por lo que se trata de un camino equipado. Un par de
tramos con mayor pendiente o peores agarres cuentan con una cadena que ayuda a
progresar.
El tramo avanza en diagonal ascendente, casi siempre en
placas tumbadas, llegando a la base del segundo tramo.
Esta segunda parte es la ferrata en sí, y se compone
de una sucesión de paredes verticales bajo la silueta del castillo. Hay tramos
con escalones, y tramos de presas naturales con cadena de apoyo.
En esta segunda parte, entre tramo y tramo el equipador ha querido añadir algo de dificultad: hay cambio de lado de la línea de vida faltando algún escalón, o hay que echar mano de una cadena arriba en tanto que se cambian los seguros, o avance de escalones en diagonal (lo que modifica la vertical de peso), o falta una serie de escalones y la pared plana se resuelve mediante alguna oquedad para meter dedos,......Así se llega, literalmente, a los restos del interior del
castillo.
