Cartógrafo: Ascensión al Posets (3.375 mts.) desde el refugio Ángel Orús

Unidad geográfica			Zona
Pirineos			Macizo del Posets

Ruta			Fecha última Julio de 2007
Ascensión al Posets desde el refugio de Ángel Orús. Incluida en un circular entre Eriste y Benasque Circular al macizo del Posets
Distancia a recorrer	6.805 mts. x 2 (ida y vuelta)		Tiempo comprobado [1]	8 horas
Desnivel acumulado +	1.280 mts.		Desnivel acumulado -	1.280 mts.
M.I.D.E.
Medio, severidad - 3		Itinerario, orientación - 3	Desplazamiento, dificultad – 3-4		Esfuerzo, tiempo - 4

Mapa Valle de Benasque, Editorial Alpina. Escala 1/30.000				Ascensión al Posets. 3.375 mts. Magnífica ascensión. Es cierto que nos acompañaron tanto un día fantástico, sin aire alguno, como un estado perfecto de la abundante nieve que había en la Canal Fonda. La subida tiene muchas zonas de interés, además del propio pico: la ascensión de los dos tramos de la Canal Fonda, encerrados entre las paredes laterales; el paso por el temible –desde la lejanía- Diente de Llardana; el propio transito por la cresta. Arriba, inmensas panorámicas: Monte Perdido, Vignemale, Aneto.

				Salida: Refugio Ángel Orús. 2.100 mts.
				1. Desvío hacia valle de Estós. 2.350 mts.
				2. Base Canal Fonda. 2.550 mts. 1h 30´
				3. Collado del Diente. 3.000 mts. 1h 30´
				4. Posets. 3.375 mts. 1h 30´
				Llegada: Refugio Ángel Orús. 2.100 mts. 3h 30´

Descripción
				Empezamos a andar al alba, saliendo del refugio por un sendero que, bien pronto, se pierde en el caos de piedra que tenemos que ir ascendiendo para acercarnos a la base de la Canal Fonda.

				Al fondo, siempre en este primer tramo, la sierra de la Llardana, que nos oculta la cima del Posets, de momento.

				Dejamos a la derecha el desvío al collado de Pllana, que nos llevaría al valle de Estós y, algo más adelante, el desvío a izquierda que conduce en poco al ibón de Llardaneta, que se prolonga hasta el collado de La Forqueta o de Eriste, que conduce a Viadós, y que tomaremos en el circular alrededor del macizo. Circular al macizo del Posets Aquí ya hemos salido de la pedrera.

				Tras el segundo de estos desvíos, ya aparece ante nosotros el corredor de la canal. Se aprecian sus dos tramos, con un pequeño descanso intermedio. A sus lados, altas paredes lo cierran.

				Abordamos los dos largos de la canal, casi totalmente cubiertos por neveros. Al final, la canal se abre en el collado del Diente. Esta formación, el Diente de la Llardana, realmente imponente a nuestra izquierda durante el último tramo de la subida, empieza a ponerse a nivel.

				Desde el collado, una visión hacia atrás nos muestra la canal subida, y el Diente en una perspectiva menos pavorosa.

				Ya hace un rato que tenemos vista de la cresta que lleva a la cima. Desde el collado, una pedrera inestable se aborda en zigzag y un tanto a sentimiento para acceder a aquella.

				Ya con roca más estable, con necesidad de algunos agarres, llegamos a la cresta SE, algo por debajo de los 3.330 mts.

				La cresta es larga, con poca pendiente pero un tanto aérea. Al final, se llega a una zona casi plana, antecima de la cumbre en si. Hemos llegado al Posets.

				El día nos ha regalado una situación climatológica de las mejores que hemos disfrutado en montaña; no hay mas que ver las fotografías: buena temperatura y ausencia absoluta de viento, lo cual es inaudito a estas alturas.

				El regalo para la vista es indescriptible; no en vano es la segunda cima del Pirineo: oeste, Perdido; ONO: Munia, Robiñera; NO: Bachimala; NNE: Gias, Clarabides, Gougs Blancs; NE: Perdiguero; este: Macizo del Aneto; ESE: Ballibierna; SSE: Turbón; S: Eriste; SSO: Espadas, Cotiella.

				El descenso empieza por el lado este de la cresta, con situaciones aéreas pero con agarres.

				Ya desde el collado, todo un disfrute para el cuerpo; eso sí, si hay neveros, ojo con el centro de la canal. Las temperaturas y lo avanzado del día pueden haber reblandecido la poco espesa capa de esta zona central, y abre la posibilidad de caer al barranco que, en estas fechas, discurre por la Canal Fonda. Ya llegando al refugio, y con vistas del mismos, queda afrontar la molesta pedrera que nos separa de él.