jueves, 22 de marzo de 2012

Intento invernal al Toubkal, Alto Atlas

Unidad geográfica

Zona


Alto Atlas, Marruecos

Macizo del Toubkal

La referencia más alta del norte africano, alturas que no alcanzamos aquí, exotismo, lo desconocido.......todo eso nos atraía del Toubkal, una montaña que mucha gente define como fácil (y técnicamente lo es), pero que completa una altura que, en condiciones invernales, puede ser muy seria, como nos ocurrió a nosotros.

Esta experiencia que contamos aquí fue muy gratificante, pero no vamos a ocultar que, en algunos momentos, allí, no se vio así.
Por eso, por quién pueda leer esto, preferimos no despreciar a una montaña de mas de 4.000 m. encajada en un valle muy profundo, con laderas empinadas que acogen una alta cantidad de nieve en la temporada. Nada que ver, pues, con la ascensión en otros periodos.

Ruta


Fecha última Principios de marzo de 2011
Intento de asalto invernal al Toubkal
Distancia a recorrer
11.400 m. al refugio

Tiempo comprobado [1]

6h. ida.

Desnivel acumulado +

1.513 m.

Desnivel acumulado -

1.513 m.

M.I.D.E.


Medio, severidad3 (invierno)
Itinerario, orientación – 2-3

Desplazamiento, dificultad - 2

Esfuerzo, tiempo - 4


 

Completando lo dicho más arriba: nuestra idea era acercarnos a una montaña desconocida, con pocas probabilidades de llevar todo preparado, por lo que se necesitaba ir abiertos a las sorpresas, aquellas que siempre mejoran un viaje o una aventura.
La aproximación iba a ser la clásica desde Imlil, y el resto ya se vería.....pero el tiempo se puso muy serio, cayendo en la primera noche algo mas de 2 mts. de nieve.
Al día siguiente, en una ventana de buen tiempo, hicimos un intento, pero al no llevar esquís ni raquetas, la cantidad de nieve caída impidió un progreso razonable. Ante el empeoramiento previsto para el tiempo, decidimos regresar al día siguiente.
Al regreso, un tanto épico por la ventisca que lo acompañó, lo adornó una convivencia increíble en la zona berebere sobre Imlil, en Aremd, y un descenso a dicho pueblo bajo una nevada suave, ésta sí de película.
Habrá que volver.


Día 1
1. Marrakech, en gran taxi. 1h30´
2. Imlil. 1.740 m. No pasamos por Aremd.
3. Sidi Chamarouch. 2.310 m. 2h 00´
4. Último chambao del camino. 4h 00´.
Nieve abundante, abandonan los muleros.
5. Refugio les Mouflons. 3.200 m. 6h 00´

Día 2

6. Refugio les Mouflons. 3.200 m.
7. Abandono de la ascensión. Aprox. 3.600 m.
Día 3
8. Refugio les Mouflons. 3.200 m.
9. Aremd. 1.900 m. 4h 00´. Dormimos.
Día 4
En 1 hora de rodeo por los pueblos bereberes, llegamos a Imlil. Taxi y a Marrakech.

Cuestiones previas

Toda la logística previa se puede concertar sobre la marcha, siempre que no se acuda en época de invasión montañera (puentes, vacaciones españolas, etc.). Nosotros no llevábamos nada cerrado, y nos fue bastante bien.

Hotel en Marrakech: la dormida de la ida fue en un riad, aunque para lo que va a hacer uno allí no merece la pena; a la vuelta estuvimos en el Hotel Atlas , al lado de la plaza Jmaa el Fna, limpio y barato. Si tuviésemos que repetir hoy día, llamaríamos a nuestro amigo   y nos iríamos directamente del aeropuerto a su casa en Aremd, a 1 hora de camino de Imlil, dejando Marrakech para el regreso.

Taxis: el de recogida en el aeropuerto nos lo puso el riad concertado; nosotros buscamos esa misma tarde un gran taxi   que nos llevara la mañana siguiente a Imlil, costándonos 400 DH; tal y como todos dicen, es un buen precio.....la vuelta, a través de nuestro amigo berebere, nos demostró que esto será un buen precio para occidentales: el retorno se hizo por 300 DH.
Mulero: lo concertamos directamente en Imlil (ya he dicho que no había mucha competencia....), costándonos los consabidos 50 DH por mochila, eso sí, sin necesidad de regatear. Nos pareció justo, nos tomamos varios vasos de té con el nuestro, y partimos.




Descripción


Aremd, a la ida, visto desde la otra ladera del valle; recordad esta imagen, y compararla con la del regreso.......
De Imlil se sale por un sendero con fuertes zigzgags, aunque antes hemos recorrido la ascendente calle llena de tiendas.

Desde Imlil (1.740 mts.) comienza la marcha por una amplia pista apta para vehículos, que puede ir hacia Aremd, a 1.900 mts., típico pueblo bereber del Atlas. Nuestro mulero tiró a pelo por la ladera derecha del valle, sin pasar por Aremd.


Seguimos por la ladera derecha del valle del río Aït Mizane, bajando al amplio cauce casi seco, por el que se continua andando hasta localizar un sendero que sube por la ladera izquierda. Todos esto senderos son muy evidentes, salvo caso de nevada reciente.
Son zigzags pronunciados hasta Sidi Chamarouch.



En esta colorida imagen, la ristra de muleros de varias expediciones.
Ya casi nivelado el terreno por la ladera izquierda, vemos el cambio de paisaje al que nos enfrentamos: montaña agreste y mucha nieve.

Siguiendo el sendero llegamos al poblado santo de Sidi Chamarouch (2.310 mts.), fácilmente reconocible por una gran piedra pintada de blanco (sagrada, vedada para los no musulmanes). Esta será la última oportunidad para aprovisionarnos de algo básico: la tienda del bueno de Lahcen está en el giro ascendente del camino, una vez cruzado el puente.

Más adelante, cambia el paisaje, cambia el tiempo y cambia todo lo demás......


Con el refugio les Mouflons a la vist; el Netner, algo más arriba.
Se sale del pueblo por un duro serpenteo que nos coloca en otro nivel del valle, por su ladera derecha, de nuevo. Luego flanqueo seguido en ascenso, pasando por el último chambao, dónde los muleros ya no pueden seguir.
Un último te, y con nieve blanda y toda la carga seguimos hacia arriba.

Reserva en Les Mouflons, 300 DH por noche y persona.
El refugio bien de calidades y de comida; abastecido de suministros.

Dan té con abundancia, aunque lo cobran a 10 cts.
Algo de frío.
Al día siguiente, así se veía el valle que habíamos traído.......increíble.

Este fue el intento se ascender....casi llegamos al primer collado, pero así no se podía avanzar; además, el tiempo iba empeorando.




Día siguiente: gran nevada durante la ncohe, que obligó a despejar la puerta para poder salir.
El tiempo, malo con tendencia a empeorar.


Nuestro vertiginoso descenso a través de la ventisca: poca visibilidad, y algún alud lejano.



Toda la familia se vuelca con los visitantes, preparando comida, trayendo te, preparando la habitación de una casa que está terminando sobre la suya,....Nos entendemos en una mezcla de español, árabe e inglés, nada académica, pero que permitió que conviviéramos como personas, y no como negociantes.; incluso me trae a la mujer a que escuche mi saludo árabe; es tanto lo que aprecian que sepas algo en su idioma, ellos que te consideran un semidios.....
Cena brutal con cus-cus, te, y muchas mantas para dormir; el desayuno del día siguiente, majestuoso: pan ácimo recién hecho para mojar en mantequilla, mermelada o un aceite parecido al de almendra.
Ellos viven de dos tiendas que tienen: la de Sidi, y una en Imlil, de material de montaña, que lleva su hijo Hossein, que se ofrece a acompañarnos hacia Imlil al día siguiente.
Al llegar a Sidi Chamarouch, la imagen del pueblo había cambiado respecto a la de dos días antes, ¿no os parece?
El único rastro de civilización era la entreabierta puerta de la tienda de Lahcen, que empezó por invitarnos a un té, al ver nuestro estado.
Durante la charla, nos dijo que vivía en Aremd, el pueblo berebere que se cuelga sobre Imlil, y nos ofreció su casa y su cocina, por un importe que da vergüenza reproducir aquí; por supuesto, subimos la cantidad, y el no reproducirla se motiva en que nadie intente ofrecerle cifra tan baja, sabiendo que es la que él pide. No nos parece justo.
De esta forma, cenamos, dormimos y desayunamos en su casa, con su familia.


Y lo hace, dándonos un rodeo por la ladera contraria a la que utilizamos para subir, por un camino diferente, que recorre, bajo la intensa nevada, varios pueblos de la montaña bereber: todo un lujo este paisaje, que vimos marrón a la ida, ahora totalmente blanco, con los almendros en flor. Paisaje parecido al que debió ser la Alpujarra; terrazas cultivadas, regadas por acequias que encauzan el agua de la nieve de la montaña.
Al llegar a Imlil, Hossein nos enseña su tienda, nos busca un taxi (no hay por qué reservarlo desde la ida, hay bastantes), y nos busca un hotel de Marrakech, muy bueno y barato, perfectamente situado junto a Jmaa el Fna.
Extremadamente agradecidos por el trato, el respeto y el deseo de integración que mostramos, responden con todo lo que tienen y lo que no; y, sobre todo, con lo no material que pueden entregar. Una magnífica experiencia que ya me esperaba, por su parecido a ese otro pueblo del desierto que tanto conozco, y cuyo trato es tan parecido a estos hombres de montaña.




[1] El tiempo incluye pequeñas paradas técnicas


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