lunes, 9 de septiembre de 2013

Ascensión al Vignemale - Día 2/2013

Unidad geográfica

Zona


Pirineos

Macizo del Vignemale

Ruta


Fecha última Junio de 2013
Día 2: Ascensión  al Vignemale (3.298 m.)
Distancia recorrida
7.240 m.

Tiempo comprobado [1]

6h 45´

Desnivel acumulado +

1.130 m.

Desnivel acumulado -

1.130 m.

M.I.D.E.


Medio, severidad - 3
Itinerario, orientación - 3

Desplazamiento, dificultad - 3

Esfuerzo, tiempo – 4





[1] El tiempo incluye pequeñas paradas técnicas

Ascensión que hacemos, prácticamente, sin comentarios dignos de reseña.
La nieve llegaba hasta la cresta del Pique Longue, y la bajada hasta la base, empinada y ya con el material algo blando, se hace espesa.
Como siempre, las vistas son impresionantes desde la cima, pero también durante todo el descenso, por encima de ese vacío que provoca el cambio de pendiente del glaciar, mirando hacia las alturas de Gavarnie y la zona de Marboré.
Un disfrute para los sentidos; entiende uno el capricho del conde Russell.

Salida: Refugio Baysellance 2.651 m.
1. Desvío de GR.  2.450 m. 15´
2. Comienzo glaciar (cota y tiempo depende de época)
3. Base del pico 3.131 m. 2h. 45´
4. Cima 3.298 m. 45´.
5. Bajada. 45´, con nieve blanda
Llegada: Refugio Baysellance 1 h.  30´






El team 4 grandes, a punto de estrenarse con el primero de ellos.


Acababa de amanecer, la luna aún era bien visible.




La bajada inicial desde el refugio, en busca de la entrada al glaciar.


Hela ahí.






















El glaciar, con sus tardías grietas.



Y el inmaculado manto níveo que nos esperaba, solo para nosotros.
Muchos tienden a acercarse por la derecha del glaciar, para acortar recorrido, pero es la zona más agrietada, cosa que no se aprecia con esta cantidad de nieve. Pero están ahí, abajo.



Hasta que se llega al cambio de rasante en el glaciar, y ahí queda el rey del Pirineo francés: el Grand Vignemale.























El movimiento por la afilada cresta, siempre cuidadoso; máxime con el viento de velocidad media que nos fue persiguiendo desde aquí. En cambio, la subida por la ladera de piedra suelta, esta vez mucho mejor, por la gran cantidad de nieve que  se depositaba en ella.





Cima a la hora del desayuno.



El descenso por la cresta, y ya abajo.


La magnífica salida del glaciar, con el macizo de Gavarnie al fondo, y nuestras huellas de la ida. Nada ni nadie mas.




Ya en el refugio, por la tarde, las nubes nos regalaron esos momentos que siempre terminan apareciendo por aquí.

Arriba, el Petit con la vigilancia del Grand Vignemale al fondo; abajo, los mares de nubes de Gavarnie.





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