Recorrido largo, de casi 16 kilómetros, aunque los desniveles son menores que los de días anteriores: algo más de 800 en positivo, y cercano a 1.000 en negativo. Eso sí, estos son datos absolutos comparando cotas altas y bajas, pero hay que advertir que el recorrido por el GR 10 francés supone unn continuo sube-baja, debido a los muchos entrantes y salientes de las caidas de la ladera sur.
Desde el primer metro a la salida del refugio comienza una potente subida que nos hace cruzar la carretera a la estación de esquí de Gavarnie-Gèdre, y seguir subiendo hasta alcanzar la vertiente norte de la ladera sobre el valle dÓssoue.
Una vez tomada la altura, el camino serpentea en suaves ondulaciones, siempre con el macizo del Vignemale de fondo.........
.....hasta alcanzar la embocadura de la vallée de la Canau, a cota aproximada de 2.000, por dónde nos desviamos, ascendiendo al collado de Bernatuara.
Al fondo, el collado. A los que no lo conocen, les aguarda una sorpresa.
El collado oculta un cuenco glaciar, con un ibón al que hay que bajar para volver a subir por la vertiente contraria.
Y así empezamos el largo y potente descenso a Bujaruelo, por paisajes cada vez menos pétreos, más herbáceos.
Total, unas 8 horas de marcha, a ritmo no demasiado fuerte.
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